El hotel era fantástico y estaba muy limpio, y tenía un personal agradable. Reservé una habitación magnífica con una mesa de trabajo y una plancha, además era tranquila. Me dieron un desayuno lujoso, con granola y zumo de naranja y también fruta. La ubicación a un paseo súper cercano al centro de la ciudad era increíble y buena. Había un restaurante adjunto cerca. Me alojé aquí por una visita al parque nacional y puedo recomendarlo.

Un hotel de lujo y bien cuidado, nos ha gustado mogollón este lugar.

Ubicación céntrica justo al lado de un restaurante y también de tiendas de antigüedades, estaba en una zona histórica. Por la noche visitamos The Rawhide Saloon, que estaba cerca. Habitaciones modernas e impecables con zapatillas y un dormitorio y también un baño de burbujas.

Este hotel histórico transporta a sus huéspedes a otra época, inmersos en el ambiente de la fiebre del oro en California. Su ubicación en el distrito histórico de la ciudad permite explorar fácilmente la calle principal de Jamestown y sumergirse en su encanto antiguo. El personal del hotel es amable y atento, siempre dispuesto a ayudar. Además, a pesar de ser un edificio antiguo, este hotel ha logrado mantener una estética auténtica con una cuidada restauración de las habitaciones y los detalles de la decoración.

Todo fue perfecto.

una ubicación maravillosa y también increíble al lado de gianelli vineyards. las habitaciones con buena presión de agua y zapatillas y un dormitorio. hay un montón de alimentos en el desayuno, que es lujoso y excelente.

Nos ha gustado mucho de verdad el lugar y su desayuno lujoso.

La ubicación era perfecta y maravillosa, se puede llegar andando a Gianelli Vineyards. La habitación era muy bien decorada y única, con WiFi gratis.

Experiencia única de la fiebre del oro. Calle principal pintoresca de Jamestown.3. Hotel histórico con atención y detalles cuidados.4. Ambiente tranquilo y personal amable.

No se me ocurre nada.

Nos quedamos en un edificio histórico con una estética encantadora. Las habitaciones estaban bien restauradas y cuidadas, y el personal fue amable y atento. Además, la ubicación en la calle principal de la ciudad nos permitió vivir la auténtica experiencia del Oeste. Tuvimos la oportunidad de disfrutar de un delicioso desayuno con un amable cocinero y también pudimos relajarnos en el balcón con vistas panorámicas.

El aire acondicionado se mantuvo encendido toda la noche, a pesar de que nos habían prometido apagarlo.

Estética y encanto histórico. Restauración de habitaciones y mobiliario.- Atención y amabilidad del personal.- Ambiente tranquilo.

Todo fue maravilloso.